Seis décadas de Gorenje

Todo comenzó como una planta de montaje de maquinaria agrícola. Dicen que las coincidencias no existen. Pero, para que Gorenje emergiera de una forma que ha perdurado hasta nuestros días, tuvieron que producirse varias circunstancias de forma simultánea: el cierre inminente del taller que daba empleo a la población local; los incentivos gubernamentales a la industrialización después de la guerra; y personas ambiciosas y valientes con un objetivo claro.

Las raíces del Gorenje actual se remontan a la herrería de Špeh que estaba situada en la localidad de Gorenje en el periodo inmediatamente posterior a la 2ª Guerra Mundial. Después de su nacionalización en 1950, pasó a llamarse Metalistería del Distrito de Gorenje - una empresa con diez empleados.

En marzo de 1953, Ivan Atelšek, el primero de los directivos visionarios de Gorenje, fue nombrado director de la compañía. Para él, mejorar el rendimiento del taller no era en absoluto suficiente; quería convertir el taller en una verdadera empresa. Reorganizó la compañía, mejoró la eficiencia laboral, actualizó los productos y amplió el programa de producción. La gama de molinos para frutas fue un éxito y la trilladora de Gorenje consiguió una patente en 1956. Este se considera que es el punto de partida de la innovación de los empleados de la compañía; a día de hoy, la empresa cuenta con más de 150 patentes y numerosos premios a la innovación.

Primeras cocinas de combustible sólido

El siguiente punto de inflexión de la historia de Gorenje fue el traslado llevado a cabo en 1958, ya que permitió a la empresa comenzar la producción de las cocinas de combustible sólido "Tobi" El número de empleados se multiplicó por diez en cinco años. En este periodo se introdujeron los primeros principios de la producción en serie. Además, Ivan Atelšek sabía ya de la importancia de contar con empleados motivados para lograr el éxito; en este sentido, en estos años se creó deliberadamente un sentido de fidelidad a la compañía. 

En aquellos días no era extraño ver a los trabajadores reunirse en las denominadas "campañas laborales de choque", en las que trabajaban diligentemente y con entusiasmo en su tiempo libre, sin exigir retribución alguna, con el fin de impulsar la productividad haciendo uso de su nueva maquinaria y capacidad de producción y también para facilitar sus futuras tareas.

Traslado a Velenje

Este año se celebra realmente un doble aniversario - se cumplen cincuenta años desde el traslado de la compañía a Velenje. En esa época, Velenje era una ciudad minera que crecía rápidamente y que ofrecía a Gorenje las condiciones propicias para su desarrollo y expansión. La mina de carbón disponía de multitud de instalaciones disponibles cerca del antiguo pozo y a la dirección de la mina le interesaba encontrar empleo para las mujeres de los mineros. La compañía pasó a denominarse Gorenje, Fábrica de equipamiento doméstico, Velenje. Las modernas instalaciones y las mejoras tecnológicas permitieron ampliar la producción para fabricar las gamas de cocinas eléctricas y de gas.

El diseño allana el camino a los mercados internacionales

Con una sólida posición en los mercados de Yugoslavia en ese momento, Gorenje comenzó a mirar más allá de las fronteras y, en 1961, vendió el primer lote de 200 cocinas al exigente mercado alemán. La alta calidad de los productos abrió las posibilidades de exportación a otros países. Sin embargo, para poder competir en un mercado tan exigente, debía dominarse otro aspecto de la producción de electrodomésticos: el diseño. Como consecuencia de ello, Gorenje contrató en 1963 a su primer diseñador industrial. Siete años después se creó el centro de diseño interno que ha permanecido en funcionamiento hasta la fecha, denominándose ahora Estudio de Diseño Gorenje. El centro se desarrolló rápidamente y el diseño se convirtió en una ventaja competitiva distintiva de la marca Gorenje.

Las primeras lavadoras

Los años sesenta fue la década en la que las mujeres se emanciparon y se liberaron de las tareas domésticas ya que éstas las realizaban cada vez más las máquinas - los electrodomésticos. Las primeras lavadoras automáticas se fabricaron en Velenje en 1964. De esta manera, Gorenje se convirtió en el primer proveedor de lavadoras de Yugoslavia y, en su 20º aniversario celebrado en 1970, la compañía fabricaba ya más de 200.000 lavadoras al año.

Establecimiento y expansión de la red de servicio postventa

A medida que los electrodomésticos se hacían más avanzados tecnológicamente y que crecían los volúmenes de ventas tanto en Yugoslavia como en el extranjero, aumentó la necesidad de disponer de un servicio postventa. Gorenje respondió estableciendo un departamento de servicio al cliente moderno y flexible en 1967. La política de mantener una buena relación con el cliente ha demostrado ser adecuada y, durante décadas, ha seguido siendo uno de los argumentos más poderosos a la hora de elegir un electrodoméstico Gorenje.

Ampliación de la gama de productos con frigoríficos

La oferta de principales electrodomésticos no estaría completa sin equipos de refrigeración. Los estudios de mercado han confirmado la necesidad de refrigeradores y congeladores y, en 1968, comenzó la producción de refrigeradores con compresor. La producción anual media durante la década siguiente fue de 300.000 refrigeradores.

Todo para su hogar

Con una amplísima gama de productos, el Programa HOME se convirtió en una prioridad de desarrollo para Gorenje. Comenzó la producción de pequeños electrodomésticos y, un año más tarde, se fabricó el primer televisor bajo la marca Körting; la planta de "Electrónica" lanzó también los primeros televisores Gorenje.  Poco después, la oferta de productos se amplió aún más con el mobiliario de cocina. La mayoría de los productos fueron el resultado de las actividades internas de investigación y desarrollo de Gorenje, que aportaron mejoras y soluciones originales.

Empleando el capital acumulado gracias a su exitoso rendimiento, la empresa realizó varias adquisiciones. En 1978, las fusiones con empresas de toda Yugoslavia propiciaron que el número total de empleados sobrepasara los 20.000. Este también fue el periodo en el que la empresa fue capaz de compensar a lo empleados y a las comunidades locales: el lugar de en las obras y en los talleres, los trabajadores pasaban su tiempo libre en eventos culturales y participando en actividades deportivas organizadas por Gorenje. El alto compromiso con el trabajo y la educación, la solidaridad y el cuidado de las normas sociales se forjaron en una sólida cultura corporativa. La fidelidad a la compañía durante toda la vida laboral se convirtió en una parte importante de la misma.

Expansión global deliberada a mercados descendientes

Dando un paso más en sus esfuerzos de internacionalización, la compañía amplió su red de filiales y oficinas en el extranjero lo que, de nuevo, propició un aumento de las ventas. La primera oficina en el extranjero, establecida en 1972 en Múnich, Alemania, representó el primer signo de la integración de Gorenje en el mercado internacional. 

En los setenta, el crecimiento de los volúmenes de producción fue el principal motor del crecimiento de la empresa. En los ochenta, por otra parte, se produjo una búsqueda de mayor fiabilidad en el desarrollo de la dirección, IT, procesos, tecnología y diseño. Dio comienzo la producción de cocinas de gas de 500 mm y de los primeros hornos con ventilador y multi-sistema, así como de los hornos dobles e integrados, cocinas integradas y refrigeradores integrados. Se introdujeron en el mercado lavadoras con tambor de acero inoxidable con velocidades de centrifugado de entre 800 y 1000 rpm. La producción media anual de grandes electrodomésticos alcanzó las 1,65 millones de unidades.

Los acontecimientos que se produjeron a comienzos de los años noventa tuvieron un gran efecto en las operaciones de Gorenje. La desintegración del mercado doméstico obligaron a la empresa a consolidar su posición en Occidente y a buscar nuevas oportunidades en los mercados emergentes de Europa del Este. Las exportaciones crecieron hasta alcanzar el 90% del total de ventas. En 1997 la compañía fue privatizada y se transformó en una sociedad anónima.

Alto compromiso por el desarrollo y la innovación

Los años noventa abrieron la puerta al desarrollo intensivo de electrodomésticos en lo relativo tanto a tecnología como a diseño. Numerosas innovaciones definieron el desarrollo de electrodomésticos de cocina ya que dio comienzo la producción de placas vitrocerámicas. En 1992, las secadoras de evacuación se incorporaron a la gama de productos. Las lavadoras electrónicas sencillas y lógicas con funcionamiento mediante control táctil supusieron un hito en términos de diseño. A continuación llegaron las secadoras por condensación. El programa de frigoríficos y congeladores se centró en la reducción del impacto medioambiental. Gorenje se encontró entre los primeros fabricantes que eliminaron gradualmente el uso de gases que reducen la capa de ozono.

El blanco dejó de ser el único color para los electrodomésticos; las lavadoras adoptaron un elegante acabado plateado que fue pronto utilizado en los refrigeradores; el legendario modelo Old Timer estaba disponible también en otros colores.

Cooperación innovadora y creativa

El aniversario de Gorenje y la simultánea entrada en el nuevo milenio se celebraron con el lanzamiento de la Gorenje Pininfarina Collection. En colaboración con el mundialmente conocido estudio de diseño Pininfarina, Gorenje ofreció, por primera vez, una gama completa de grandes electrodomésticos con un diseño uniforme. El rendimiento de las ventas superó todas las expectativas.

A continuación, los diseñadores internos de Gorenje desarrollaron la línea Alux y las nuevas e innovadoras generaciones de lavadoras y secadoras, refrigeradores congeladores y aparatos de cocina. Aun así, la estrategia de colaboración con famosos diseñadores extranjeros fue aún más allá y Gorenje trabajó con el joven diseñador francés Ora-Ïto, con el fabricante de cristal Swarovski y, justo antes de celebrar su 60º aniversario, con Karim Rashid, el icono del diseño con sede en Nueva York.

Expansión: una condición previa para el futuro desarrollo

El comienzo del nuevo milenio fue también un periodo de gran actividad en inversiones. En 2004, se inauguró un vanguardista centro logístico en Velenje. Se construyeron dos fábricas en Serbia: una fábrica de frigoríficos en Valjevo y una de calderas en Stara Pazova. En Šoštanj se construyeron unas nuevas instalaciones para dar servicio a las necesidades de programas auxiliares. Se adquirieron y fusionaron la fábrica checa de cocinas Mora Moravia y el proveedor holandés de electrodomésticos Atag.

Una mirada al futuro

Los ambiciosos planes de la compañía sufrieron un importante revés el pasado año debido al inicio de la crisis económica mundial.  Se tomaron nuevas medidas para asegurar la existencia y el desarrollo de Gorenje. El enfoque profesional y un inmenso esfuerzo dieron como resultado una reacción a tiempo y responsable para dar respuesta a las cambiantes condiciones del mercado, lo que permitió a la empresa mantener la confianza de los consumidores e, incluso, aumentar sus cuotas de mercado. Todos los que componen Gorenje creen que, después de la crisis, la única manera de alcanzar el éxito será  lograr un alto nivel de desarrollo e innovación.  Gorenje es más que una marca; es una unión de personas que creen en su propio poder creativo y que comparten una visión clara del futuro - por los próximos 60 años de creatividad.